La aplicación de plasma rico en plaquetas es un proceso sin riesgos porque se realiza con la extracción sanguínea del paciente.
Es probable que a la mayoría de quienes lleguen a los 50 años de edad les cueste asumir el hecho de que el envejecimiento es irreversible y una de las evidencias físicas más visibles el arrugamiento de la piel. Durante años la ciencia ha descubierto tratamientos para constrarrestar la senescencia humana, entre ellos, la bioestimulación con el plasma rico en plaquetas. La doctora Gabriela Rodríguez explica que se trata de proceso sin riesgos porque el plasma se obtiene de la sangre del paciente, a través de una extracción intravenosa. “Procesamos la sangre, separando los distintos componentes (glóbulos rojos, blancos y otros) para quedarnos con el plasma donde están las plaquetas, que contienen factores de crecimiento (para nuevos tejidos)”, refiere Rodríguez, quien nació en Salinas y posee un post grado en medicina estética en Argentina.
Antes de las sesiones con el cosmetólogo el paciente requiere de un hemograma y un conteo de plaquetas.
Se extraen de 5 a 8 tubos que representan de 10 a 15 cc de sangre total. Ahí la separación de componentes consiste en colocar los tubos en una máquina centrifugadora, cuya rotación dura unos 15 minutos. Esa rotación se realiza a 3.200 revoluciones por minuto. “El resultado es 2-3 ml de plasma enriquecido en plaquetas”, dice Rodríguez. La profesional añade que con el contenido se realizan “infiltraciones con agujas pequeñas en las regiones facial, orbicular, cuello, escote y otras zonas, según requiera el paciente”. Antes de eso se aplica una crema anestésica en la zona a tratar. El objetivo es que las plaquetas estimulen la regeneración celular, aumentando la formación de nuevos vasos sanguíneos y tejidos.
Consejos prácticos
Fanny Padilla, cosmetóloga terapista guayaquileña, sostiene que antes del tratamiento se debe recurrir al médico especializado en estética para valorar al paciente. Este último profesional decidirá el número de sesiones, según el estado de la piel de cada paciente. Padilla sostiene que los pacientes deben someterse a una evaluación para descartar cualquier trastorno en la sangre, inmunológicos y cualquier otra patología. “Se debe crear una historia clínica completa, a través de un hemograma y conteo de plaquetas para saber si el tratante tiene los componentes necesarios para regenerar. Se analiza los antecendentes del paciente, qué medicamentos consume el paciente”, agrega Rodríguez.
El efecto máximo se produce después de 30 días del tratamiento. La mayoría de los resultados se aprecian desde los primeros días y se mantienen estables durante meses. Incluso, el resultado de la última sesión dura aproximadamente un año y después de eso es necesario un refuerzo. Después de cualquier tratamiento médico y/o estético para mejorar la calidad de la piel es indispensable el uso de protector solar con SPF mayor a 50. Tampoco exponga su piel a fuentes de calor como secadoras, planchas, saunas, duchas calientes y más. Evite medicamentos antiinflamatorios o anticoagulantes como la aspirina e ibuprofeno. Tampoco consuma alcohol, ni cigarrillos. En el caso de las mujeres, no deben maquillarse durante las primeras horas.
Otra alternativa
La microdermoabrasión con cristales de diamante es otra opción para el rejuvenecimiento facial. Este tratamiento consigue cambios similares a las exfoliaciones superficiales, pero de forma menos agresiva con la intención de que el paciente retome inmediatamente su actividad cotidiana. Los cristales de diamante puro se caracterizan por eliminar profundamente los desechos epidérmicos para la regeneración celular de la piel. A la vez incrementa la producción de colágeno, que disminuye con más frecuencia desde los 50 años de edad. La recuperación de esta molécula proteica causa la elasticidad de la piel. La esteticista Padilla explica que la aplicación de los cristales sirve para pulir la piel, a través de la máquina para dermoabrasión.
La doctora Rodríguez explica que esta máquina está diseñada con una punta de diamante que no usa productos químicos y no es invasiva. Tiene dos funciones: elimina las células y absorbe el resto de las mismas. “Este tratamiento aumenta la microcirculación en los capilares. Mejora el flujo del oxìgeno y nutrientes. Ademàs estimula la formación de colágeno y exfolia las capas de la piel para deshacerse de las células muertas”, afirma Rodríguez. Tanto el tratamiento con plasma rico en plaquetas y la microdermoabrasión con cristales de diamante tienen precios que no superan los $100, claro, que depende del centro estético, y son efectivamos, especialmente para seniors que quieren verse más jóvenes.