Los seres humanos, animales y plantas son más vulnerables a las enfermedades durante la temporada invernal que en Ecuador es lluviosa. La prevención es clave.
La llegada del invierno es distinta, según la ubicación geográfica de cada país, algunos tienen las cuatro estaciones, las otras tres son primavera, verano y otoño. Y otros como Ecuador apenas tienen dos temporadas, la lluviosa y la seca porque se sitúa en la mitad del planeta. La primera de ellas es la que consideramos como invierno, la cual dista mucho del clima gélido característico de dicha estación en otros sitios del mundo. No obstante, el denominador común es la frecuencia de enfermedades propias de la temporada que afectan tanto a personas como animales y plantas.
En seres humanos
Los niños y los adultos mayores son los más propensos a contraer enfermedades febriles, diarreicas, febriles y dermatológicas, comunes en ambientes húmedos durante la época invernal. Según texto escrito por el epidemiólogo Federico Cabrera en la página del Hospital Luis Vernaza, “entre las enfermedades febriles constan el dengue, la chikungunya y zika, que surgen por la picadura de mosquitos hembra (aedes aegypti)”.
El máster en medicina tropical explica que se trata de especies que se desarrollan en recipientes donde se ha almacenado agua por más de una semana como llantas, botellas, piscinas sin mantenimiento, peceras y más. Allí los seniors, las mujeres embarazadas y los niños son los más vulnerables. Sus síntomas son dolores de cabeza, de ojos, articulaciones, de huesos, escalofríos y erupción en la piel con picazón. El doctor Henry Farfán coincide con Cabrera y agrega que además de los mosquitos, hay otras transmisiones de enfermedades frecuentes durante el invierno.
Asegura que las moscas son vectores de la salmonelosis, tifoidea y gastroenteritis. Incluso, añade a las pulgas y garrapatas como nocivas para los seres humanos y no solo para los animales. Farfán sugiere “la fumigación peri domiciliaria, es decir, en patios, pasillos y portal, más la evacuación frecuente de la basura para evitar que sea fuente de alimentos de cucarachas y roedores”. Agrega que se debe eliminar las aguas estancadas, usar repelente, ropa de tonos claros y consumo de alimentos altos en complejo B como carnes rojas, verduras, cereales y otros. Los cambios bruscos de clima, de lluvia a días soleados, causan resfriados y conjuntivitis. Ambos son transmitidos por adenovirus en el ambiente.
Los males respiratorios, los febriles por transmisión de mosquitos, y dermatológicos son los que más daño causan a los seniors.
La humedad provoca dolencias como los hongos en manos y pies. En el primer caso afecta más a las mujeres por la humedad propia de los quehaceres domésticos o uso indebido de guantes para cocinar. Los hombres pueden sufrir hongos porque en climas húmedos hay demora para secarse la piel, de hecho, se acelera la sudoración. Lo recomendable es secarse bien luego de una ducha, airear los zapatos y pies antes de calzarlos para enfrentar las molestias invernales.
Cuidado con las mascotas
Durante la época invernal los animales domésticos son más sensibles a las enfermedades, a través de virus, bacterias y otras causas. Entre las dolencias más comunes constan las respiratorias y los ectoparásitos. Sobre esta última causa, el veterinario Carlos Hernández, explica que se trata de organismos que viven y se benefician en el exterior de otro.
Es decir, garrapatas, pulgas, piojos, ácaros y otros semejantes en personas y animales. En el caso de la garrapata, explica que son seres hematófagos, es decir, que se alimentan de la sangre de su víctima. Nacen en el piso y se alojan habitualmente en los perros entre dos y tres días porque les resulta fácil ocultarse entre el pelaje de la mascota. También pueden hospedarse en humanos. “La garrapata hembra reproduce alrededor de 2.000 a 3.000 huevos.
Son especies que tienen un ciclo de vida de aproximadamente 15 días porque desarrolla una metamorfósis. No obstante, si la garrapata no tiene cómo alimentarse busca lugares oscuros para esconderse e hibernar durante un año. Por esa razón no es fácil detectarlas, pues eligen sitios como los filos de las puertas y ventanas que no estén sellados”, explica el especialista. Si no es descubierta y despierta de su periodo de hibernación puede reproducir una gran familia en un lugar donde aparentamente no existen garrapatas, más aún si es en época húmeda.
Es recomendable el uso de compuestos con cipermetrina, un tipo de insecticida que se expende en locales agrícolas y agropecuarios que elimina a las garrapatas y otras plagas como cucarachas, grillos, pulgas y más. Hernández afirma que a los canes se los protege de las garrapatas con sprays, pipetas y pastillas. Agrega que en el caso de las pulgas, estas se desarrollan más en la sierra. Los problemas respiratorios también son habituales en las mascotas durante la estación invernal. El experto explica que “los ambientes húmedos y cálidos potencializan la transmisión de virus que provocan las dolencias respiratorias”.
En las máscotas son más frecuentes la traqueobronquitis infecciosa y el distemper canino, mejor conocido como moquillo. “Los perros que padecen de moquillo presentan cuadros gastrointestinales, es decir, vómito y diarrea. La siguiente fase es respiratoria y finalmente la convulsiva, que es la terminal y desencadena en la muerte del animal”, indica Hernández. Las dolencias con parvovirus y coronavirus, que afectan las vellosidades intestinales deterioran a la mascota. Si no recibe tratamiento a tiempo puede perecer.
Además, los animales domésticos también pueden contraer leptospirosis que es una enfermedad bacteriana. “Durante las estaciones lluviosas proliferan las infecciones transmitidas por el contacto con la orina de los roedores quienes residen en alcantarillas y otros sitios en los que se estanca el agua. Los sitios inundados son focos infecciosos para contraer esta enfermedad. Para prevenirlo las mascotas deben ser vacunadas.
Las dosis también sirven para evitar la rabia, influenza y otros males”, indica el veterinario, quien considera que el exceso de humedad proliferan estas dolencias invernales.
Plagas en las plantas
Existen muchos seniors que se dedican a la jardinería, pero desconocen qué hacer cuando se proliferan las plagas durante la estación lluviosa. El ingeniero agropecuario Peter Tutivén explica que “primero se debe reconocer qué tipo de plaga aqueja a sus plantas para aplicar el tratamiento adecuado. Son habituales los caracoles, el pulgón, las hormigas, arañas y más”. Tutivén considera que muchas per- sonas consultan al especialista demasiado tarde, en lugar de prevenir. Por eso sugiere un mantenimiento y fumigación permanente a las plantas porque las plagas aparecen todo el año, aunque reconoce que durante el invierno se proliferan más por las lluvias. De hecho, se debe proceder cada 15 días, más un repaso una semana después. “Es recomendable revisar las etiquetas de los productos que van a utilizar debido a que tienen composiciones diferentes, según el caso.
Se debe constatar su fecha de caducidad en la ficha técnica y además es necesario conocer si el producto es de contacto o de forma residual”, indica el profesional. Es necesario usar bombas diferentes, unas con productos para fumigación, otras para mata maleza y demás. Tutivén sostiene que “los horarios adecuados para fumigar y riego de agua son muy de mañana o desde las 17:00 en adelante porque el compuesto genera un goteo puede quemar la planta si se expone al luz como si fuese una lupa”.
La dosificación también es clave en el cuidado de las plantas y para eso se necesita la consulta a un profesional en las casas comerciales. Incluso existen casos en que el deterioro no es causado por alguna plaga sino por falta de agua o un terreno compactado que impide el crecimiento de la planta, ni su adecuada nutrición. El usuario necesita protegerse cuando fumiga. Se recomienda usar guantes, overol y mascarilla. Existen personas alérgicas que puede intoxicarse. Hay compuestos que con la lluvia pierden efecto porque la lluvia lava la planta. Por eso se necesitan productos pegantes como fijadores.
Para contrarrestar las plagas invernales en las plantas se necesita darles mantenimiento y fumigación permanente.
“Cada plaga requiere de un compuesto distinto. Los caracoles, que comen las hojas tiernas, se eliminan con un matababosas,las arañas con aracnicidas. También se puede podar las plantas, es decir, cortando lo que ya está muerto”, dice el experto. No obstante, Javier Rosero, ingeniero con maestría en agricultura y acuacultura, considera que los el exceso de compuestos químicos para contrarrestar las plagas es perjudicial para el medio ambiente debido a los residuos que quedan de las sustancias.
Por eso recomienda el control ecoamigable de plagas. Uno de estos servicios los ofrece Greentech en el país desde 2002. En todo caso Tutivén coincide con Hernández que la clave para enfrentar las plagas invernales es con la prevención.